jueves, 7 de marzo de 2013

INSEGURIDAD CIUDADANA: GUILLOTINA POLITICA, DESIERTO DE IDEAS


Por Renzo Cañamero

Se fue el General Salazar, ¿y? La oposición busca censurar al ministro Pedraza y si lo consigue se va a su casa ¿y? ¿Acaso eso va a solucionar el problema de seguridad ciudadana?, ¿Cuántos ministros del interior ya pasaron en este gobierno? Militares o policías, todos se fueron, y culpemos entonces al presidente. Todos los que siempre piden la salida de ministros o han sido ministros o han sido gobierno y qué hicieron por la policía el gobierno de Toledo y el de García. La seguridad ciudadana no mejoró en absoluto. Desde que García en su primer gobierno eliminó la Guardia Civil y creo la Policía Nacional, año tras año fue empeorando su desempeño. Claro está en los ochenta y noventa tenían que pelear contra el terrorismo, pero este ya se fue de Lima y la seguridad ciudadana no cambió, empeoró. Entramos en crisis económica a finales de los noventa y se dijo que porque no hay plata la policía no es eficaz. Ahora hay plata, no solo ahora, ya son varios años que el estado puede disponer recursos. Pero no se pueden ni comprar patrulleros ni uniformes porque sale el asunto de la corrupción. En este gobierno se ven avances, en el anterior veíamos todas las semanas revueltas y policía que iba a solucionarlas, esto ha bajado por ahora, pero la policía es un desastre ahora y así no puede combatir la delincuencia. Pongámoslo en términos simples. Cuando uno sale a la calle, aparte de los de tránsito ¿ve policías? Si acaso ves un patrullero este te para para pedirte documentos y ver si te pueden sacar algo de plata. Cuando algo ha pasado, chocaste el carro o requieres de un policía y te acercas a la comisaría, todo es plata, todo es trámite, los policías son burócratas, no están en las calles. ¿Cuál es el biotipo de un policía?, si se enfrentara un solo policía con un delincuente cuerpo a cuerpo ¿este estaría en capacidad de reducirlo? En otros países los agentes policiales son gigantes, habría que ser muy atrevido para meterse con él. ¿Cuántas veces dispara un policía en un año? ¿Este acaso se entrena? Si él mismo tiene que comprarse sus balas y si gana tan poco, ¿destinará acaso un presupuesto para irse a disparar y estar preparado? Me saco el sombrero por la policía de investigación criminal, conocen su chamba, pero esta es la especializada, no son los que están en la calle o los que debería de estar, son los menos y solo sirven parta resolver casos mediáticos porque son pocos y también faltan, pero en los otros casos, en los que la televisión o los políticos no le prestan atención, ¿quién los resuelve, un puñado de buenos policías? Nadie. Entonces estamos anta una serie de factores que hacen que la policía sea ineficiente en la mayoría de sus dependencias y sea casi una institución que actúa en base a impromtus, en base a resolver los casos mediáticos y puntuales, casi como un cuerpo al servicio de una persona que le dice que hacer en determinado momento pero que no opera por rutina y menos aún cubriendo a la población en su mayoría. Esa policía que debe actuar por inercia no es buena, no está entrenada, no está capacitada, no está equipada y no está motivada. Más bien vive cansada y dependiente del trabajo particular de los francos y cubrir papeleos en la comisaría, donde dicho sea de paso han elevado el costo de trámites, que tal conciencia, cuando esos debieran estar cubiertos por los impuestos, pero ese es otro tema.

Sin embargo, la policía, al servicio de autoridades que actúan antes la presión ejercida por los casos mediáticos tiene a la deriva a la seguridad ciudadana, la que como concepto solo sirve para sacar ministros y despotricar de autoridades de turno. Estas autoridades, quienes en verdad no hacen mucho, un puñado de abogados que son la clase política en su mayoría, gente que solo sabe de leyes y supervivencia política, solo sirve para hacerlas y nos encontramos que todos quieren hacer reformas rimbombantes, todos sacan leyes, y gobierno tras gobierno, leyes y leyes y más leyes. A algún genio del congreso se le ocurrió impulsar una que busca reducir el uso de armas a los civiles. ¿Cómo diablos esto servirá para combatir la delincuencia? No sé. Me pasan un correo cuando logren bajar los índices con esta medida. Cada vez que atrapan delincuentes estos ostentas armas de guerra y fusiles que no se venden en tiendas. Matan a una pobre persona en la notaría o a un periodista y todos se encrispan y desfilan los insultos a las autoridades de turno, pero si todos los días matan personas por qué ahora hacen tanta bulla, el escándalo mediático es lo que mueve y la seguridad ciudadana no es en sí un objetivo sino un móvil político y tenemos entonces que un asunto que debe ser un planteamiento de ideas y llevado por expertos se convierte en un circo romano donde todos los que no hicieron nada o fueron tan inútiles como los de hoy piden cabezas al ruedo. Los ministros pasarán, los congresistas pasarán, presidentes pasarán, leyes pasarán, pero la delincuencia seguirá con el banquete de la población desarmada y desprotegida y las ideas cero.

Pues ideas hay muchas y hay que trabajar en muchos frentes, pero para empezar hay que darle fuerza a una idea que nació del pueblo en épocas en que la policía debió pelear en otros frentes y  la población se desprotegió. En alguna municipalidad, no recuerdo cual, nació o resucitó el Serenazgo, que es un mutante no evolucionado, no evolucionado porque a pesar que tiene la logística y el respaldo de las respectivas municipalidades no goza de un marco legal que lo vincule directamente a la tarea de cuidar al ciudadano. En la actualidad viene a ser algo más que un ciudadano cualquiera con pito. Pero como en las grandes naciones que se formaron de abajo para arriba y no al revés como aquí, entonces deberíamos darle impulso a esa idea que nació de un gobierno local por la necesidad de darle protección a sus vecinos. Lamentablemente el poco ceso o sentido común que existe en nuestra política a reducido el debate de la funcionalidad del Serenazgo al hecho de que si deben o no portar armas, como si esa fuera la solución. Obviamente, no es posible que así por así se le arme a un tipo y que el solo hecho de estar armado será causal del éxito en el combate contra la delincuencia.

De lo que se trata acá y por ello debemos recurrir una vez más a las leyes, es de crear una institución, podríamos llamarle el Cuerpo de Serenazgo de Lima, dotado de un marco legal una ley orgánica que regule su funcionamiento y atribuciones, sería algo así:

El Cuerpo de Serenazgo tendrá una escuela donde en un tiempo determinado forma agentes serenos que sean capaces de desenvolverse en la lucha contra la delincuencia en sus jurisdicciones, debe estar capacitado en leyes, procedimientos administrativos y sobre todo en la defensa personal, tácticas para la captura de un delincuente y además  en el uso de armas de fuego.

El Cuerpo de Serenazgo como organización dependería de la policía y del ministerio del interior, los policías serían sus instructores, pero en el funcionamiento dependería de cada municipalidad que maneja el presupuesto en su respectiva jurisdicción. La municipalidad pone al jefe del Serenazgo respectivo y junto a él los comisarios de las jurisdicciones deben reportar a los alcaldes, quienes deben tener poder de veto sobre ellos.

El Serenazgo tendría las tareas de protección de las calles y la propiedad privada, combatir la delincuencia común, el pandillaje y eventualmente apoyar  a la policía en las tareas de tránsito o facultades mayores, y puede tener línea de carrera dentro de la policía, podrá arrestar delincuentes y las tareas de investigación policial posterior sería llevada como siempre por la policía especializada.

Existe una fuerza actual que hace esa tarea pero está atada de manos porque no tiene un marco legal que la regula y protege y si solo se le dieran armas o ciertas facultades, podría ocasionar excesos o traer más problemas que soluciones por cuanto sin la debida capacitación y los filtros que da una escuela, no se puede garantizar o minimizar en todo caso el número de personas que no sirvan para el puesto. Una escuela dota de mística y fortalece a sus integrantes y la idea del Serenazgo como institución hecha y derecha puede ser la solución rápida que existe ya y que nació del pueblo, pero que requiere un paso más en su evolución dentro de nuestra vida republicana, para empezar en Lima. El debate en torno a su creación y la instalación de un consejo que estructure la idea dependen de voluntades de personas que se encuentran ahora sin duda alguna en búsqueda de soluciones para esta lacra que es la delincuencia y que cada día que pasa y ante la economía buena que existe se repotencia y crece siendo una real amenaza para nuestro desarrollo. Señores autoridades y políticos impulsemos ideas para resolver de verdad el tema de la inseguridad ciudadana y no solo seamos tribunos de un circo eterno que solo sirve cual gobierno revolucionario francés para cortar cabezas.  

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