El año pasado, en una muy buena serie de TV. que narraba la vida de un policía vuelto a la vida normal luego de una injusta condena de 12 años e indemnizado con 50 millones de dólares, se veía como este estóico personaje hacía referencias a sus enseñanzas "sen" para abrirse paso en las dificultades de su trabajo y vida personal. Me llamó mucho la atención porque estoy convencido de que uno debe aplicar lo que aprende en cada momento de su vida, y aplicarlo de la mejor manera, buscando siempre la sabiduría y el tratar de ser y estar mejor en cada situación.
Hurgando más sobre esta interesante forma de ver las cosas llamada "sen", que mas que una religión o filosofía, creo ques es un estilo de vida, una forma de ver las cosas; lo primero que supe de ella es que afirmaba que cada momento es como debe ser, ni mejor ni peor, cada momento es perfecto tal cual.
Yo creo que una de las misiones del hombre es buscar la felicidad, y ese proceso puede ser muy confuso, creo en la perfección, no en un sentido ideal e irreal sino en una forma de asimilar los momentos de la vida con sus imperfecciones y vaivenes y aprender a valorarlos. Valorar el entorno y valorar las cosas buenas que nos pasan y quizá hasta las malas. Uno se puede pasar la vida buscando la pareja ideal, el momento ideal, el trabajo ideal, la casa ideal, todo ideal, algunos lo logran, otros no, la mayoría a medias, pero te pasas la vida buscando en obtener algo para a partir de allí sentirte bien y no nos damos cuenta, que uno debe valorar el momento, exactamente el preciso momento que vivimos, ese instante, el presente y darnos cuenta que nuestra vida puede ser perfecta, aquí y ahora, con lo mucho o poco que podamos tener, con un buen plato de comida, con la familia al lado o la enamorada, con los amigos, o el trabajo, con lo mucho o poco que se gane, en un momento de full diversión o en un momento de soledad, el momento preciso.
Algunos recibimos golpes muy duros que les puede dificultar pensar que ese preciso momento sea perfecto o bueno, pero la gran mayoría en nuestra vida cotidiana, pensamos que nos falta esto o aquello y que eso nos impide ser feliz, pero ojo, siempre faltará algo, porque la perfección está en esa imperfección. Porque no digo que renunciemos a buscar ser mejores o lograr nuestras metas profesionales o obtener una casa bonita. Si es que eso es lo que realmente deseas, sal y búscalo, porque si lo deseas de verdad lo obtendrás, pero esa meta no puede ni debe ser el objetivo para tu felicidad o para tu momento perfecto. Mal haríamos en autocomplacernos y conformarnos, debemos siempre buscar mejorar, porque esa es nuestra misión, mejorar, evolucionar, perfeccionarnos, pero la búsqueda de la felicidad es un objetivo que se encuentra en este preciso momento, si valoramos lo mucho que tenemos, sin importar lo que el del costado tenga o no. Importa lo que nosotros tenemos y valoramos y disfrutamos, porque la vida y la felicidad, su plenitud y perfección se encuentran aquí y ahora, en este preciso momento, tal y como estamos.
