jueves, 24 de noviembre de 2011

MINA CONGA Y UNA MUESTRA MÁS DEL ANTAGONISMO DE DOS PERU


Por : Renzo Cañamero.

¿Cómo puede alguien que no vive en Cajamarca ni tampoco obtendrá algún beneficio económico de la futura mina de Conga hablar del tema? Pues con la mayor imparcialidad. Primero librándome de los comentarios sesgados sin mayor conocimiento directo que solo ven la inversión como eje intocable y por otro lado los también comentarios sesgados de los que defienden la posición de los pobladores que aducen pérdida de agua y tanto espacio destinado a la mina que los perjudicaría no solo a ellos sino que eventualmente a todo Cajamarca, y pienso que en las noticias está el primer sesgo, bien los que apoyan a los pobladores y bien a los que van por la inversión y llegando al tema más básico, agua o oro. Si yo quisiera hacer las veces de un juez justo y entender esto como un niño de diez años me pongo a pensar.
¿Quiénes son los dos involucrados?
La empresa que proyecta la mina y la promesa de grandes cifras de inversión que contribuirán a la economía de todo el Perú. ¿Realmente contribuirá a la economía de todo el Peru?
Por el otro lado, los pobladores de Cajamarca, ¿De todo Cajamarca o de la zona afectada?
Entonces podemos ver que la gente de la capital cierra filas por la mina, ya que asumimos que esta multimillonaria inversión dará trabajo y hará ingresar mucho dinero al arca del estado (que por su ineficiencia nos es muy difícil notarlo) y además contribuirá al efecto de que haya más inversión y como tal el motor del desarrollo que procura que podamos seguir viviendo como lo hacemos en Lima, porque yo también vivo allí. Entonces lo que todos queremos es seguir viviendo como estamos en una economía en ascenso que nos da mayores posibilidades de consumo que es nuestro modelo de vida.
Por el otro lado, los que reclaman, los pobladores de la zona de influencia de la mina y al parecer todo Cajamarca. He ido a Cajamarca una vez en mi vida hace diez años y todos veían a Yanacocha (los mismos dueños del proyecto Conga) como un sueño americano de gente que vive aislada que  extraen oro y que se benefician primero los dueños y segundo los que tienen la suerte de trabajar allí y que les va muy bien, pero en Cajamarca y su gente al parecer la mina no les reporta mayor beneficio y si así es no lo notan.
Entonces como juez viviendo en Lima, escucho los comentarios de especialistas y prensa que apoyan las dos posiciones y parece que ambas tienen mucha razón.
Porque los que apoyan la mina dicen que la inversión dará trabajo, empleo, impuestos para obras, atrae más inversión, con eso más dinero y sigue el motor del desarrollo y si no piensas como ellos eres automáticamente descalificado para opinar. Interesantemente lo mismo sucede del lado de los pobladores.
Analizando rápidamente, los de la mina quieren extraer el oro para ganar plata, muy al margen de los beneficios indirectos que el país y algunos de sus ciudadanos puedan obtener, eso es segundo plano, si el oro no valiera tanto, pues que inversión ni que ocho cuartos, no hay mina.
Los pobladores quieren su agua, no quieren que les afecten el lugar donde siempre han vivido, es lógico y su posición es mucho más razonable que la primera, solo que son menos, entonces es el beneficio de más versus el perjuicio de menos. ¿Realmente son más los del beneficio? Directamente mucho menos, indirectamente sí son más.
Ahora bien, la mina dice que garantizan el agua, pero está demostrado que su mina actual Yanacocha, de la cual son dueños también, dejó con menos agua y secó una o dos lagunas y en muchos casos el agua que abastecen (porque tienen esa obligación) es de no buena calidad, apta solo para regadíos. El problema es que los que quieren la mina tienen más poder y cuenta con la mayor parte del apoyo político, de la población de la capital que es donde se deciden las cosas y ahora del gobierno que antes de ser gobierno no lo apoyaban y parece ser que es el factor determinante. Obviamente los pobladores son menos, con menor poder y dinero, pero viven allí. La mina quiere oro y ganar más plata, los pobladores casi se puede decir que pelean por su vida, ya que el agua y su tierra son los elementos básicos de la supervivencia.
Pienso que lo ideal sería buscar una solución viable para ambos, pero los pobladores no parecen esperar más solución que el no desarrollo de la mina, claro está esto sería un tremendo frenazo para la inversión, pero más que económico sería un mazazo a la perspectiva o imagen como país que valgan verdades no estamos para darnos el lujo de negar inversiones de tamaña magnitud.
Volviendo al punto dirimente y ya que el gobierno que debería ser quien toma las riendas del asunto debería ver la fórmula de lograr satisfechas ambas posiciones y que se resumen y nuevamente se recalca.
1.   La mina quiere el oro para ganar plata
2.   Los pobladores quieren agua y su tierra, pero más que todo el agua para su subsistencia.
El gobierno bajo esa presión y dado que la mina pueda ganar plata, debe ver la manera que el dinero que reportará la mina incida en la gente de Cajamarca, no con la burocracia y autoridades lerdas y/o corruptas que no funciona. El problema es que el gobierno no genera confianza porque ya son varios los antecedentes de promesas de las empresas con “aval” del gobierno y al final cero con las expectativas creadas.
El gobierno debe darle confianza de que ahora sí respetará los acuerdos y compromisos de los dueños de las empresas.
Pero creo que como todo en la vida la letra sola no sirve y sinceramente ese compromiso de buena agua y abastecimiento regular debe estar avalado con penalidades drásticas que reputen directamente al afectado, porque siempre las penalidades deputan a favor del gobierno que es indirecto afectado y que debería pero no hace, indemnizar al afectado. Yo sinceramente creo que se deben enumerar y mostrar de forma clara y con cifras medibles  los compromisos de la empresa que desarrolla la mina y con fuertes penalidades de ejecución inmediata tipo carta fianza bancaria a favor de los pobladores (directos afectados) en caso de no cumplimiento de los compromisos, por eso es que es bien importante tener un gobierno eficiente y eficaz que negocie firmemente y convencido de cubrir lo mejor posible a los pobladores afectados y comunicarse directamente con ellos para lograr acuerdos.
Es algo ideal y de por medio hay demasiado intereses lo sé, más aún si a estas alturas no sé si estamos a tiempo de lograrlo ya que los diálogos están rotos y las posiciones se han radicalizado, pero el colofón de esto es que se puede determinar claramente que nos ponemos en dos posiciones antagónicas, como si los intereses de dos sociedades muy diferentes siempre se contrapusieran y es que parece que el desarrollo de la capital se lograra en desmedro de los pobladores que viven donde existen los recursos y que no gozan de ese desarrollo centralizado y dependiente. Nuestra efímera historia de éxito ha sido la de la extracción de nuestros recursos, solo que ahora los atropellados son más fuertes y las comunicaciones totalmente horizontales, el desarrollo de la economía de la extracción al final solo servirá para el enriquecimiento de unos pocos y que ahora abarca a más indirectamente no en las mismas proporciones, pero lo triste es que nuevamente se ven las dos contraposiciones que no lograrán girar en un sentido mientras la riqueza de unos repute en la extracción donde el otro nada tiene. Obviamente es deber moral de que los que más tienen impulsar a que seamos una sociedad más educada en el sentido de tener personas calificadas para basar nuestro desarrollo en el conocimiento y no escudarse en decir que es tarea del gobierno como que lo es, sino presionarlo de la misma forma como lo hacen para los lobbys de interés directo. Hoy por hoy hay iniciativas de gente emprendedora como el caso de la gastronomía y una naciente industria para lograr no ser “extracto dependientes”, ojalá y esto se amplíe ya que siendo una cuestión de largo plazo tendremos muchos más Congas, Baguas, Punos, Moqueguas por venir en un horizonte de al menos y en el mejor de los casos cinco años.

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